Sobre nosotros

volver

Nuestra historia comienza antes del año 1998 año en que arranca Indra Psicología, cuando ambos profesionales coincidimos en un centro médico prestigioso en el que, a pesar de la oportunidad que se nos brindó, no experimentamos que podíamos desarrollar nuestras competencias y carácter profesional.

Así, decidimos embarcarnos en una historia con una serie de valores que han configurado desde entonces nuestro modo de trabajar y desempeñar nuestra labor.

Un trabajo basado en la creación de un entorno seguro y tranquilo para quienes solicitan nuestra intervención, algo así como la posibilidad de poder dejar en el perchero de la entrada aquellas “máscaras” que todos utilizamos para movernos en la vida y en aquellos entornos que nos resultan menos gratos e, incluso amenazadores, para volver a recogerlas (o no) a la salida. Dar la oportunidad a quien se sienta con nosotros de ser lo más él/ella mismo/a que pueda. Nos gusta que las personas se atrevan… a ser… hasta dónde ellas puedan llegar. Nosotros vamos a estar ahí para acompañar, orientar, guiar y confiar en ellas.

Nos gusta basarnos en las potencialidades de las personas y remarcarlas, no en buscar sus carencias. Cuando un problema se ve desde la oportunidad del crecimiento, de que es un mensaje de que “algo puede cambiar”, a veces “un solo eslabón distinto en medio de una cadena, la transforma a toda ella”.

Elegir el nombre no fue tarea fácil pero cuando encontramos Indra, supimos que ese era el que estábamos buscando. En la mitología hinduista se trata de un dios en el que confluyen los cuatro elementos, agua, tierra, aire y fuego. Así es como iniciamos nuestra andadura a través de Indra. Prevención y tratamiento Psicosocial Integral. Los cuatro elementos tienen el simbolismo, para nosotros, de que la persona, el ser humano, no puede ser separado en cuerpo o en mente, pero tampoco se puede ser ni crecer si no es en relación con los demás, la familia, los amigos, compañeros de trabajo, hijos,…

Estos son nuestros comienzos y son nuestra huella de identidad. Encontrar otro (el compañero de profesión) con el que sientes y experimentas que te entiendes, sólo viene a enriquecer y aumentar tu experiencia mientras disfrutas de lo que haces. Sí, porque disfrutamos de nuestro trabajo, incluso en las sesiones en las que el sufrimiento acompañado, es lo único que se puede experimentar.

Nos sentimos unos privilegiados por poder desarrollar aquello para lo que nos formamos y nos seguimos formando. Nos sentimos con la responsabilidad conocida y abrazada de atender personas, familias y grupos que ponen en nuestras manos sus anhelos, deseos y frustraciones; formando equipo con ellos.

Nos sentimos con la humildad de que en psicoterapia lo importante no es tan sólo la formación y la experiencia atesoradas, si no que el intercambio humano que se produce en cada sesión, nos hace crecer como personas y alimenta nuestra humanidad más básica, aspecto sin el que no podríamos trabajar en una labor que requiere una preparación personal importante e imprescindible.

Así es como con vosotros/as venimos caminando desde hace más de 20 años.

Recordamos aquellos momentos en los que, a pesar de las inundaciones de los despachos profesionales por los que hemos pasado (van tres!), el atenderos con el suelo de parquet levantado y la humedad subiendo por los tabiques, no os ha importado porque buscabais otro tipo de acogida, la cálida y humana de quien te acepta incondicionalmente.

Sabéis que aunque la calidez es marca de la casa, la firmeza, los límites y la elección de opciones posibles con las esperadas consecuencias; también se encuentran presentes en nuestro modo de atender.

En fin, creemos que somos profesionales de la psicoterapia que podemos ayudar a encontrar soluciones a los problemas que nos hacen sentir dolor, agobio y angustia, que nos hacen vernos como bichos raros y sentirnos solos y descolocados. Entendemos que en la vida hay momentos, etapas y que las crisis (personales, profesionales, familiares…) forman parte de la misma.

Hemos pensado en finalizar esta parte de nuestra historia haciendo una breve presentación el uno del otro.

Mª Belén de la Rocha Fernández

fotografía de Belén

Quiero presentaros a Belén. En su caso cuesta mucho delimitar dónde comienza la persona y acaba la psicóloga dado que se encuentran absolutamente integradas.

De la persona remarcaría alguien con un marcado carácter que la lleva al inconformismo, a la aventura, al riesgo, a la necesidad de cambio y de crecimiento, personal y familiar. Con una capacidad crítica muy bien formada y construida, su profesionalidad en todo lo que hace es reconocida y constatada por las personas (menores y sus familias, fundamentalmente).

Como compañera siento que me complementa, que sabe sacar lo mejor de mí, que me aporta mucho en mi crecimiento personal y profesional. Es alguien abierta, sensata, comprometida e incisiva.

En el trato tiene una inteligencia emocional muy bien equilibrada, en la formación, que sabe llegar muy bien al auditorio; en la intervención terapéutica curtida en mil batallas y que siempre, siempre tiene algo que aprender y que devolver.

Curriculum Vitae

Manuel A. Ruiz Ruiz

fotografía de Manuel

Ahora voy a presentaros a Manuel. Es díficil resumir en pocas líneas la concepción de un profesional con sus características…

Su formación es exquisita y extensa y sabe ser concienzudamente exigente con cada una de sus intervenciones terapéuticas. Difícil de conquistar en un primer momento, el trato le lleva a dejar aparecer su carácter tranquilo, sensato, divertido, constante y cercano.

Cuidadoso y exigente en la utilización de la palabra, sus intervenciones son agudas e igualmente incisivas, en cualquier caso, no gratuitas o innecesarias. Comunicador y empático, su discurso es inteligente y preciso.

De la persona remarco su incondicional esfuerzo por la integridad espiritual en su vida personal, familiar y laboral. “Tocado" por la fé, la extiende allá por donde pasa, confiando en la vida, en las personas, en las capacidades desde las incapacidades…, en poder construir nuestro camino…

Para mi Manuel es mi compañero y mi amigo, palabras difíciles de escribir con el sentido que contienen. En el gabinete que construimos juntos, es el suelo que necesito sentir bajo mis pies, mi apoyo, mi otra parte… y alguien con quién compartir y seguir aprendiendo. Nos complementamos en nuestro trabajo sin hacer apenas esfuerzo para ello. Miramos en la misma dirección y nos respetamos en nuestras diferencias. Entendemos lo mismo cuando empleamos la palabra fidelidad, un valor también compartido.

Curriculum Vitae

subir